Odio los martillos los domingos por la mañana

No es que la culpa la tengan los martillos ni tenga nada contra ellos, más bien es en contra del que está detrás de ellos. Son como las armas de fuego, depende del uso que se les dé, los problemas aparecen cuando el instrumento tiene más coeficiente intelectual que el usuario.


Que puede impulsar a una persona a coger un martillo o cualquier herramienta de destrucción un domingo a las 08:30 y empezar a destrozar su casa, he llegado a varias teorías:

1.- Ve demasiado Prison Break y se cree Michael Scofield, a lo mejor esta intentando escapar de Fox River y no sabe que está destrozando su propia casa. Habrá que decirle que los butrones son inútiles cuando tienes una puerta que se abre fácilmente. Lo que me lleva a otra pregunta, ¿se habrá tatuado los planos de la obra por todo el cuerpo?

- Si cariño, mírame el culo a ver donde ponemos la nevera y la encimera.


2.- Es un fanático de bricomania y para pasar el mono se dedica a tirar tabiques, poner ventanales y cambiar el suelo cada 3 meses. El típico que intentará poner a prueba todos y cada uno de los episodios, aunque no le haga falta.


3.- A lo mejor padece de insomnio y es su forma de comunicarlo a toda la finca.

- Me llamo X y tengo insomnio.

Pero eso no es motivo para decirlo en morse una y otra vez contra el pilar de carga de la finca.


4.- También puede ser unos de esos que van a su bola, es el típico que da por culo sin saberlo. Lo podréis reconocer porque es el que mantiene la puerta del ascensor abierta mientras habla del tiempo y cosas superfluas de esas con el resto de viajeros, sin saber que 2 pisos más arriba hay una abuelita perdiendo el poco tiempo que le queda esperando el ascensor y en la planta baja está el butanero para subir 4 bombonas al último piso, que mientras espera, está pensando en que le haría con las bombonas, donde se las dejaría, metería, incrustaría...

Suele ser el mismo tipo que en el garaje consigue ocupar 3 plazas a la vez, ya sé que diréis que es imposible, que eso es más complicado que aparcar bien, pero el tio lo consigue, pensar que son muchos años de entrenamiento y duro sacrificio para llegar a ser un "porculero".


5.- Por ultimo puede ser el típico cabrón, el que se rige por una norma muy sencilla "joder por joder" y que la pone en práctica en todas las facetas de su vida y a todas horas. Es parecido al anterior pero con nocturnidad y alevosía. En la escala H.P. suele estar un par de puntos por encima del "porculero".


En definitiva, a los que cogen sus herramientas de destrucción masiva, si tenéis ganas de empezar pronto a dar golpes un domingo por la mañana, coger la radial y demás artilugios bricoladores ruidosos, empezar siempre primero por vuestras manos, primero una, después la otra (el orden es indiferente y de libre elección) y si aun os quedan ganas, seguir por extremidades y apéndices varios.