Hay veces en las que cuando no tenemos nada que hacer nos ponemos jugar con lo primero que pillan nuestras manos. Esto provoca que se adquiran ciertas "habilidades".

Por ejemplo podemos darle vueltas a un boli en la mano, hacer malabares con una goma de borrar, o pasar por los nudillos una moneda de 2 euros. Claro que si le dedicamos mucho tiempo a ese tipo de actividades la cosa puede llegar a niveles extremos