Tal vez si se tratara de un huevo de gallina lo único que ocurriría es que pondríamos perdidos en aparato, pero ¿y si usamos un huevo de avestruz? Bueno pues si no lo encendemos no pasará nada, pero si se nos ocurre la feliz idea de ponerlo a calentar podemos llevarnos una desagradable sorpresa.



"NO probéis esto en casa.
No en serio, NO lo probéis."