Los simulacros están bien para tener entrenada a la gente en casos de emergencia, y este es un caso del zoo de Tokyo, que se están entrenando para el caso que se escape un rinoceronte.

Pero ya que te pones a hacer un simulacro, moléstate en hacerlo bien. A ver quien se cree que está a salvo de un rinoceronte de 2000 kilos detrás de unos palos que tienen menos estabilidad que una sombrilla de playa y una red robada de las porterias. Y por supuesto, todo el mundo sabe que para controlar un rinoceronte enojado, cabreado y furioso solo es necesario un palo de escoba.

Si es que...